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viernes, 26 de diciembre de 2008

--LOS PUENTES EN ENSENADA




Después de haber cenado abundantemente la noche de la navidad y al dia siguiente continuar con los "recalentados", me quedó un ligero remordimiento de conciencia por los excesos cometidos, así que la fria mañana del 26 de Diciembre, me decidí a realizar una caminata .
Aunque vivo próximo a la Unidad Deportiva Valle Dorado, no me gusta mucho caminar allí, ya que se me hace monótono y aburrido el caminar en círculos y presenciar el mismo paisaje.
A las 10am salí de mi casa bien abrigado con rumbo indefinido, con el solo fin de hacer un poco de ejercicio para quemar un poco las calorias acumuladas en los dias anteriores.
Conforme se me va acumulando la juventud (manera diferente de decir envejeciendo), es mas dificil conservar el peso normal, pero los agujeros del cinto son inequívocos testigos del acúmulo de grasa abdominal, la cual es de los factores de riesgo cardiovasculares mas peligrosa.
Circulando por la parte soleada del Blv. Zertuche, llegué hasta la nueva Cruz Roja y observé que las lluvias habían retrasado los trabajos de construcción del puente que comunica esta zona con la calle Esmeralda.
Desde alli tomé unas fotos con mi celular y busqué algún acceso para cruzar el arroyo.
Encontré un provisional puente desde el que tomé fotos para ambos lados y continué mi caminata bordeando el arroyo con rumbo a la cementera.
Llegué hasta la calle México y en este puente tomé otras fotos.

Por un lado existe mucha vegetación que debería de haber sido retirada antes de las lluvias para que el agua corriera sin problemas y del otro muchísima basura, como llantas, plásticos, madera, pero lo increible fué que hasta 2 sillones estaban en su cauce.
Consulté mi reloj y llevaba 30 minutos caminando por lo que emprendí el regreso.
Se me hizo muy curioso ver una piedra nacionalista en la banqueta de un negocio de venta de carros.


Tambien me llamó la atención una calle privada con adornos navideños, lo cual habla de las buenas relaciones de los vecinos para ponerse de acuerdo y realizar esta actividad, algo muy poco común en estas epocas en que en muchas ocasiones no conocemos a nuestros vecinos.
Después de una hora de caminata y con menos frio que con el que salí, me dispuse a desayunar un cereal con fibra y fruta, como queriendo ayudar a mi aparato digestivo de los excesos a los que fue sometido . . . . y aún falta la fiesta de fin de año.

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