Para una parte del sector turístico la festividad es buena.
Por ejemplo, los hoteleros y restauranteros se ven beneficiados.
También el Municipio obtiene ingresos por la venta de permisos para los juegos mecánicos, venta de articulos decorativos y los puestos de comida o de bebidas .
Pero, quienes no están de acuerdo en estas festividades? pues las personas que tienen sus casas y viven cerca de esta área.
También los comerciantes fijos de las calles principales que ven disminuidas sus escasas ventas por el cierre de las calles y por la suciedad que queda todos los días.
La dificultad para atravesar la ciudad en estos días que por los vados corria agua por los arroyos y que los puentes del bulevar y de la Juarez estaban ocupados por el desfile, causó enojo en varias personas.
Lo que observamos en este carnaval es que gracias a la mayor vigilancia policíaca y al uso de detector de metales en la zona de festejos, se evitaron delitos mayores, pues solo hubo algunas riñas, pero sin consecuencias lamentables.
Otro factor que ayudó a disminuir la violencia, fue la colocación de retenes militares en las carreteras periféricas.
Se publicó que no hubo ningún robo de vehículos en el área carnavalera, siendo que el año anterior hubo varias decenas de ellos..
Por otro lado, los juegos mecánicos siguen siendo del agrado del pueblo y también se vieron afectados por la crisis, ya que no fueron tan visitados por lo elevado de sus precios.
Hubo eventos musicales-culturales en conocida casa vinícola en relación con esta fiesta, los cuales fueron gratuitos y muy concurridos.
Hasta ahorita ningún presidente municipal se quiere "echar el trompo a la uña" de cambiar la zona de festejos, ya que la única vez que se cambió, no rindió los frutos esperado.
Así que ya veremos que pasa el siguiente año.
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