-- ESTEBAN FERRO, UN ITALIANO CON SUERTE

Interesante conferencia, la que el Dr. Fernando Araujo Cota ofreció sobre la vida del italiano Esteban Ferro Binello y su aportación a la sociedad ensenadense.

Aproximadamente 100 personas se reunieron el pasado 29 de julio en el patio central del Museo Histórico Regional de Ensenada, mejor conocido como la excárcel de la calle Gastélum, para escuchar al historiador.

Previo a su plática, se dio lectura, de peculiar manera, al currículum del Dr. Araujo, quien además de ser el Presidente del Seminario de Historia de Baja California (SHBC), posee el mayor número de fotos históricas de nuestra ciudad.

Apoyado en la proyección de fotografías de la época en una de las enormes paredes de la ex-carcel, el historiador narra los motivos de la llegada de Esteban Ferro a nuestras tierras.

Ferro estudió enología y vitivinicultura en su natal Italia, teniendo que huir de su país en 1930, ante la política facista de Benito Mussolini, con la que no coincidía.

Llegó a Veracruz cuando contaba la edad de 23 años, después de un largo viaje en barco de mas de 40 dias.

Tuvo problemas a su llegada con migración, lo cual unido a que no hablaba el español, le andaba ocasionando su regreso a Italia, pero afortunadamente recibió la ayuda de un general, el cual a cambio de un depósito de 500 pesos ( todo su capital) en un banco de gobernación, logró bajar al puerto mientras arreglaba sus papeles.

Sin dinero, lo dejaron en la estación de trenes, y nuevamente la suerte le ayudó cuando un desconocido le pagó el viaje, en segunda clase, a la Ciudad de México.

Al no existir trabajo relacionado con su profesión, Ferro trabajó como lavaplatos en un restaurante de italianos, donde le ofrecían alimento y hospedaje.

Después de 2 meses de acudir frecuentemente a Gobernación, logró arreglar sus papeles de migración, y le fueron regresados sus 500 pesos, por lo que renunció a su anterior trabajo para dedicarse al embotellamiento de vino, el cual le enviaban en barricas desde Italia.

En una de sus tantas idas a gobernación, conoció a una persona que al saber la profesión de Ferro, lo contactó con el general Abelardo L. Rodríguez, el cual aún no era presidente y quien ocupaba un alto cargo en el gobierno federal.

El general, había comprado un rancho en Ensenada llamado "Dolores", y ocupaba una persona que le informara si dichas tierras realmente valían la pena para producir vino.

En caso de ser productivo, le ofrecía que se asociaran, con lo que Ferro obtendría el 40% de las ganancias.

Nuevamente la suerte del italiano estaba de su lado, pues con 100 dolares y 1000 pesos que le dió el general para el viaje, emprendió esta nueva aventura.

Al llegar al "Rancho Dolores", lo encontró en muy malas condiciones, por lo que se ocupó de restaurar las tierras, comprar barricas y equipo en Estados Unidos, para aplicar sus conocimientos y "levantarlo" y producir vino de calidad.

Fue todo un éxito, y logró incrementar la producción y las ventas.

Esteban Ferro se casó y con su familia vivió gran parte de su vida en Ensenada.

Hija de Estéban Ferro

Fue el primer enólogo de Bodegas de Santo Tomás, y gracias a su amistad con el presidente Abelardo L. Rodríguez, consiguió que se canalizara el arroyo de Ensenada, ya que anteriormente se hacia una enorme laguna con aguas pestilentes que favorecían la proliferación de mosquitos.

También contribuyó a la construcción del actual puente de la Calle Juárez, ya que en tiempos de lluvia, Ensenada quedaba incomunicada con el arroyo.

Otras de sus aportaciones a la comunidad, fue el convencimiento a la comunidad rusa, para que cultivaran la vid, gracias a un préstamo bancario conseguido, el cual pagarían con lo obtenido en su cosecha, cosa que aceptaron solo algunas familias, como los Bibayoff.

Mencionó el Dr. Araujo, que gran parte de la información, fue obtenida por las grabaciones de las entrevistas que el Sr. Esiquio Treviño había realizado a Don Estéban Ferro.

Extrabajadores de Esteban Ferro.

Finalizando la exposición del Dr. Araujo, se dieron algunos testimonios de personas que habían trabajado con el Sr. Ferro , entre las que se encontraba su secretaria Lupita.

"Siempre lo recordaré como una persona muy humana", mencionó Lupita.

"Yo trabajaba en mantenimiento, y en aquel entonces tenia 14 años. Lo recuerdo como una persona dura, pero humana", mencionó uno de los extrabajadores, el cual fue sorprendido por Ferro, cuando se encontraba leyendo un libro de refrigeración en horas de trabajo.

Familia de Estéban Ferro, con Dr. Araujo.

La familia del finado Esteban Ferro, agradeció el homenaje a su padre, y mencionó que el siempre se expresó muy bien de Ensenada, lugar que quizo mucho .

Finalmente se le entregó un reconocimiento al Dr. Fernado Araujo, por la conferencia de "Esteban Ferro, un italiano muy ensenadense", y se ofreció vino y otros bocadillos a los asistentes, quienes escuchaban la música del grupo 5 siglos, de los cuales el violinistas era el jóven que sorprendió Ferro estudiando en horas de trabajo.